Resumen de Noticias

Jornada de terror en Bogotá
Una bomba que sacude el clima político en medio de la discusión del Marco Legal para la Paz
¿A quién favorece el atentado?

Bogotá D.C., Mayo 16 de 2012. Sala de Redacción. La desactivación de un carro bomba, el atentado contra un ex Ministro emblemático de la derecha radical, la discusión del Marco Legal para la Paz en el Congreso, los ataques del ex Presidente Álvaro Uribe Vélez contra su antiguo colaborador el Presidente Juan Manuel Santos Calderón, una guerrilla de extrema izquierda radical y la entrada en vigencia del TLC con Estados Unidos, marcaron una jornada sangrienta en Colombia y representan cabos sueltos en una trama históricamente obscura de la guerra que se vive en el país.



Fernando Londoño Hoyos, (Foto crédito fotocomposición a partir de una foto de La Silla Vacía - La Silla Vacía.com)

Dos muertos, 51 heridos, 27 predios afectados entre viviendas y locales comerciales y 10 vehículos, es el saldo del atentado terrorista que se produjo ayer en las horas de la mañana en Bogotá, Colombia, una ciudad de 7.363.782 habitantes y 1 775,98 km² de superficie, que ha sido víctima de sangrientos atentados con centenares de víctimas en épocas pasadas, pero que pese a la guerra que se vive en el país se ha mantenido medianamente al margen de los actos violentos que enlutan las zonas rurales de un país que repudia los actos de los violentos que protagonizan las dos extremas radicales, de izquierda y de derecha, que se disputan el control político.

El día martes 15 de Mayo de 2012, empezó en la capital colombiana con la expectativa que la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos causaba, tanto el gobierno como los sectores económicos del país lo recibían con entusiasmo y optimismo, previendo grandes beneficios, mientras que otros sectores como el avicultor y el agrario, lo ven con recelo ante los posibles perjuicios que les causara, otros tantos ven en el TLC otra muestra de colonialismo por parte de la potencia norteamericana.

Sin embargo, lo que podría haber transcurrido como una jornada más de disenso entre defensores y detractores de la influencia de Estados Unidos en Colombia, tomó otro giro a primeras horas de la mañana cuando se dio a conocer la noticia de un carro con 150 barras de indugel adentro que había sido interceptado por la policía.

El vehículo fue encontrado por la fuerzas de seguridad del estado en el barrio Eduardo Santos, en pleno centro de la ciudad, y cuyo nombre evoca el del ex Presidente Colombiano Eduardo Santos Montejo, tío – abuelo del Presidente Juan Manuel Santos Calderón, detalle que pudo ser una coincidencia o un velado mensaje en contra del mandatario.

Según el general Luis Eduardo Martínez, comandante de la Policía de Bogotá, el carro bomba iba a ser detonado contra las instalaciones de la Policía Metropolitana en la avenida Caracas con calle sexta, una de las más importantes concentraciones policiales de la ciudad. Un hombre a quien posteriormente se identificó como Marco Tulio Ochoa Montiel de 41 años, procedente del municipio de Algeciras, departamento del Huila, fue capturado y responsabilizado del intento de atentado.

No acababan de acallarse los rumores y la inquietud que esa sombra obscura que recordaba las épocas más violentas del terrorismo, cuando, unas ochenta calles más al norte de la ciudad, en el barrio San Felipe, costado Occidental de la Calle 74 con Avenida Caracas, el vehículo blindado y la escolta del ex Ministro del Interior y de Justicia, Fernando Londoño Hoyos, polémica pero emblemática figura de la ultra derecha, paraban en un semáforo luego de abandonar las instalaciones de radio de Cadena Súper de Colombia, donde se desempeña como director del programa de radio La Hora de la Verdad.

El vehículo que transportaba a Londoño Hoyos y el de su escolta, se encontraban en medio de varios vehículos más, entre ellos un autobús de transporte público de la empresa La Nacional de Transportes, de número interno 3574 y placas SIG 125, cuando poco antes de las 11:00 A.M, en circunstancias que son materia de investigación, un hombre con una gorra a la que se había fijado una peluca, se aproximó al carro y le puso una bomba “lapa”, es decir, un artefacto explosivo dotado de un imán capaz de adherirse a la estructura metálica del vehículo, y consistente en aproximadamente un kilo de explosivo C4, y se alejó para subirse a una moto que lo esperaba y huir… instantes después el caos estalló en medio de ese importante sector de la ciudad, en el cual se encuentran varias instituciones financieras, aseguradoras, embajadas, almacenes, universidades y empresas.

La bomba semi destruyó el vehículo blindado de Lodoño Hoyos, el autobús, (Buseta), y otros ocho vehículos más.

Inicialmente se habló de cinco víctimas fatales y decenas de heridos, al decantarse los acontecimientos fatales de este Martes, se estableció que fueron dos las personas que perdieron la vida en el acto violento, uno de ellos era el intendente Rosemberg Burbano Ramos, del cuerpo de escoltas de Londoño, y José Ricardo Rodríguez, el conductor del ex ministro, los heridos llegan a los 51, cinco se encuentran en estado crítico y uno en riesgo de perder un brazo.

Londoño, aturdido y ensangrentado, fue sacado de los restos de su vehículo y trasladado a la Clínica El Country, ubicada en la Carrera 16 No.82-57, habría sufrido, se dijo inicialmente, el estallido de sus tímpanos y heridas por esquirlas.

El Secretario de Salud del Distrito, Guillermo Alfonso Jaramillo informó que el ex Ministro Fernando Londoño Hoyos se encuentra afectado por un trauma craneoencefálico y de tórax. Jorge Alberto Ospina, Director Médico de la Clínica Country señaló que cinco personas, entre ellos el ex Ministro, continúan hospitalizados.

Londoño fue operado por esquirlas en su cuerpo, las cuales les han sido retiradas, se encuentra estable y fuera de peligro y podría ser dado de alta en los próximos ocho días.

Los elementos de contextualización:

Una vez que las aguas empezaron a aquietarse tras los momentos de pánico y conmoción que se sucedieron tras el atentado, se comenzaron a analizar, en contexto, los diferentes elementos que han servido como escenario del triste episodio.

Labor de Inteligencia: El atentado debió ser antecedido de una concienzuda labor de inteligencia sobre los movimientos de Londoño Hoyos, por cuanto, una de las hipótesis que manejan las autoridades se refiere a que el hombre que le puso la bomba, habría estado parado sobre la esquina noroccidental de la Calle 74 con Avenida Caracas, haciéndose pasar por vendedor ambulante, el hombre, cuya imagen quedó registrada en cámaras de seguridad del sector, tendría una gorra, probablemente de beisbolista muy acostumbrada en Colombia, de color gris a la que se habían pegado unas trenzas. Eso demostraría, a juicio de los investigadores, que quienes fraguaron el atentado conocían los movimientos del Ex Ministro Londoño, quien en la mañana conducía el programa de radio y luego se trasladaba pasando por el semáforo de la Calle 74 con Avenida Caracas, cruce obligado para los vehículos que buscan alcanzar dos de las vías más importantes de la capital de la República: las carreras quince y séptima.

Un método novedoso en Colombia: La utilización de bombas “lapa” es nueva en Colombia, no existen registros de su utilización en el país, donde la creatividad para los actos maléficos ha incluido el uso de caballos y burros bomba, cilindros de gas, camiones y carros cargados de explosivos, entre otros métodos de impartir la muerte.

Recientemente, el pasado 11 de Enero, agentes que han sido sindicados de pertenecer a los servicios secretos israelíes, atentaron contra Mostafa Ahmadi Roshan, un científico que trabajaba en el proyecto nuclear iraní, en Teherán, adhiriendo una bomba lapa al vehículo en el que se transportaba causando su muerte. Las bombas lapa consisten en un explosivo, en este caso un kilo de C4, que se adhiere a la superficie de un vehículo utilizando un potente imán o algún otro tipo de adhesivo, y es activado mediante algún mecanismo, bien por sensores de movimiento, controles remotos, detonadores o por temporizadores incorporados en el propio explosivo.

El TLC con Estados Unidos: Justamente el 15 de Mayo entraba en vigencia el Tratado de Libre Comercio, duramente criticado por la izquierda colombiana, por ello en la misma mañana del atentado, grupos de estudiantes protagonizaron pedreas en la Universidad Nacional como protesta.

El Marco Legal para la Paz: Iniciativa legislativa del Presidente Santos Calderón que es debatida actualmente en el Congreso de la República y que busca dotar de un escenario propicio una eventual desmovilización de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – FARC. La iniciativa ha sido blanco de airadas críticas por los sectores radicales de la derecha colombiana encabezados por el ex Presidente Álvaro Uribe Vélez, quien tras el atentado contra Londoño, no ha escatimado frases descalificantes contra el proyecto. Los principales puntos que concentran el ataque de la ultra derecha radical son la posibilidad que los guerrilleros desmovilizados puedan postularse para cargos de elección popular y un posible perdón y olvido de sus actos terroristas representado en la rebaja de penas.

Justamente, tras el atentado de ayer, se despertaron voces de rechazo al Proyecto de Ley, lo que en palabras del senador conservador Alfredo Bocanegra, se justifica en que “No están dadas las condiciones, lo demuestran estos hechos, no están destruidos los terroristas, no están acorralados los terroristas, no solo en el monte sino que también en la zona urbana están haciendo grandes atentados como lo están demostrando aquí”. El Marco Legal para la Paz ha sido otro motivo de distanciamiento entre Álvaro Uribe y su antiguo colaborador y socio político, Juan Manuel Santos, de quien reclama una posición más radical en temas como el gobierno izquierdista de Hugo Chávez en Venezuela y la lucha contra las FARC.

Fernando Londoño Hoyos: Este político, abogado y economista conservador de 67 años, representa lo más radical de la derecha en Colombia. Su paso por el Ministerio del Interior y de Justicia del gobierno de Álvaro Uribe Vélez, entre 2002 y 2010, estuvo rodeado de polémicas y agrias controversias debido a sus posiciones radicales en contra de la izquierda colombiana. Fue uno de los más beligerantes escuderos de Álvaro Uribe Vélez, sus palabras fuertes, a veces subidas de tono lo llevaron a diferentes confrontaciones públicas. Nada más en 2007, habiendo salido del Ministerio, llamó “Mono peligroso”, al Presidente venezolano Hugo Chávez, escribiendo de él en un artículo publicado en el diario conservador El Colombiano, “Todo está en saber el precio de reducir a Chávez, el alterado mono que aterra al vecino querido y viene sobre nosotros”.

Su defensa del Presidente Álvaro Uribe, no solo fue vehemente, sino pasional, llegando a decir de él en 2010, “Si como hombre de guerra ha sido inmaculado, y cuesta que lo sean los vencedores, como hombre de gobierno no tiene tacha. Álvaro Uribe nunca guardó algo ajeno en sus alforjas. Llamará la atención que una prensa despiadadamente crítica no pueda exhibir un caso, tan solo uno, en que pudiera quedar comprometido el honor del Presidente. Que tire la primera piedra el que pueda hablar de un negocio turbio con alguna remota conexión en la Casa de Nariño”, por ejemplo.

Su figura, polémica, se vio envuelta en un escándalo financiero luego que la Superintendencia de Sociedades le impusiera una sanción por adquirir indebidamente 145 millones de acciones de la firma Invercolsa por un monto 9.000 millones de pesos en mayo de 1997, acciones que luego aparecieron a nombre de una compañía panameña llamada Afib y de la que aún no se conocen sus dueños, y que lograron dar fin a su Ministerio y lo llevaron a los estrados judiciales en varias oportunidades.

En su programa de radio, palestra de la más excelsa opinión de la ultra derecha colombiana, acostumbra lanzar duras diatribas contra sus tradicionales contendores, la izquierda, los opositores de Uribe Vélez y las FARC. Justamente, unas horas antes del atentado, dijo refiriéndose al Marco Legal para la Paz, “Lo que avanzará hoy, y dará un paso de gigante hacia su aprobación en el Congreso, es la impunidad total para las Farc. Las Farc hoy celebrarán un acuerdo con el presidente de la República”.

Las FARC: Uno de los grupos guerrilleros más antiguos del mundo, de tendencia marxista-leninista radical, enzarzado en una violenta guerra contra el Estado colombiano desde 1964 y que a lo largo de su historia ha recurrido a estrategias tan reprochables como el secuestro, la extorsión y los atentados terroristas con bombas. Desde el año pasado y tras la muerte de su líder Alfonso Cano, no solo ha liberado a los militares y policías que mantenía secuestrados desde fines del siglo XX, comprometiéndose a no efectuar más secuestros, sino que ha venido manejando un discurso que lo aproximaría a la búsqueda de un proceso de paz. Las acciones de las FARC, resultan a veces contradictorias, como ocurrió cuando durante un enfrentamiento con el ejército colombiano, capturó y secuestró al periodista francés Roméo Langlois, pese su promesa de no secuestrar a nadie más. Justamente en estos días las FARC han venido anunciando la inminente liberación de Langlois, a quien consideran “prisionero de guerra”, en medio de múltiples críticas.

Todos los elementos juntos

En un panorama tan convulso y polarizado como el colombiano ningún hecho debe ser interpretado desde la óptica simplista del “blanco y negro”, sino que hay que admitir que existe una amplia variedad de tonalidades grises.

Mientras anunciaba una recompensa de 500.000 millones de pesos para quienes dieran información sobre la identidad y paradero de los autores del atentado terrorista contra el ex Ministro Londoño Hoyos, el Presidente Juan Manuel Santos, señaló que no existen evidencias que liguen el carro bomba de la mañana en el Eduardo Santos, con el atentado contra Londoño y que tampoco hay indicios de responsabilidad de las FARC, y agregó como insinuación que podría existir una “mano negra” tras el atentado a la que dijo "Sí lo que pretenden es doblegar nuestro estado de ánimo o nuestra contundencia, el resultado final es todo lo contrario".

La posibilidad de que exista una “mano negra”, término ya antes usado por Santos Calderón, no es descabellada. Se trataría de sectores radicales de la derecha colombiana empecinados en prolongar la guerra hasta lograr la eliminación física total de la izquierda colombiana y, de las FARC.

Serian los mismos políticos, ganaderos, empresarios, militares y narcotraficantes ocultos tras la conformación de grupos paramilitares, el asesinato de líderes de izquierda y sindicales, campesinos e indígenas, el desplazamiento de miles de civiles y el despojo de sus tierras para anexarlos a sus latifundios.

¿Por qué matar a una figura emblemática de la ultra derecha como Londoño Hoyos?

No sería la primera vez, ya lo hicieron antes con Álvaro Gómez Hurtado, político conservador al que mataron para responsabilizar a la guerrilla. Su objetivo sería hundir en el Congreso el Marco Legal para la Paz y alejar definitivamente cualquier posibilidad de diálogo con las FARC. En el pasado fueron autores de “falsos positivos”, para desestabilizar al país y favorecer sus intereses.

Pero también podría ser un grupo de militares que no desean perder los grandes recursos y la importancia que obtienen en medio de la guerra.

Y tampoco hay que olvidar que entre las mismas FARC existen grupos más radicales que podrían haber pretendido matar a un símbolo de la ultraderecha a la vez que protestar contra el TLC y a quienes nada les importaría el Marco Legal para la Paz.

Como sea, la sociedad civil colombiana, una vez más atrapada en medio de una guerra que parece interminable, volvió a alzar su voz de condena contra la violencia, venga de donde venga, e incluso, algunos espontáneos convocaron a un plantón de protesta en inmediaciones del lugar del atentado.

Colombia está harta de guerra, harta de muerte, harta de atentados, harta de falsos positivos y harta de terrorismo, sea de izquierda o sea de derecha y solo ansía vivir en paz, esa es la gran conclusión que deja lo ocurrido ayer. Obviamente, no es posible la paz sin justicia social, pero el respeto por la vida humana es un paso fundamental en esa dirección.

semana.com, elpais.com.co, elespectador.com, caracol.com.co, Wikipedia, periodismosinfronteras.com, marthacolmenares.com.


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